Malos hábitos que dañan tu vehículo

  • Juan San Martin
  • 17/09/2018

Existen malas mañas o hábitos que tenemos al momento de conducir y que pueden afectar el automóvil. Algunos hábitos son difíciles de evitar, pero no hacerlo puede generarnos gastos elevados en reparaciones.
Algunos de estos hábitos pueden resultar normales e inofensivos, pero en realidad pueden generar efectos graves en el automóvil. Modificar estas conductas nos puede ahorrar tiempo y dinero en reparaciones que podrían evitarse. Conozca los más frecuentes y agresivos con el automotor, aunque parecen inofensivos.

Mantener el tanque de gasolina casi vacío

Un hábito muy frecuente, debido a las políticas económicas los precios de la gasolina sube constantemente y es difícil llenar el tanque. De igual manera, mucha gente se espera hasta tener el tanque casi vacío para volver a cargar combustible. El problema es que las recientes bombas de gasolina se enfrían al estar sumergidas en la gasolina, y al no estarlo se calientan y su duración se reduce. Lo más recomendable es cargar combustible cuando la aguja se encuentra en un cuarto y no cuando se encuentra en reserva.

Acelerar el motor cuando está frío

Dejar el auto en marcha neutral uno o dos minutos después de arrancarlo ayuda a distribuir el aceite en el motor y a poner a temperatura al bloque del motor y al aceite. Hay quienes creen que revolucionar el motor acelera el proceso, pero al contrario podría causar daños ya que crea cambios abruptos de temperatura que causan estrés entre los componentes que tienen un ajuste apretado.

Aceleradas y frenadas abruptas

Si no hay necesidad de arrancar pisando a fondo el acelerador o de frenar de golpe, no lo haga ya que esto gasta algunas partes del auto. En el caso de la aceleración a fondo, esta causa un elevado consumo de combustible y estrés en los componentes del auto, mientras que el frenado abrupto desgasta los discos y rotores de los frenos.

Ir frenando innecesariamente en bajada

Hay ocasiones cuando frenar es necesario, como por ejemplo, cuando circula por una pendiente, pero muchas veces puede reducir la velocidad al disminuir a una marcha más baja. La descompresión natural que ocurre en el tren motriz ayudará a que se mantenga a una velocidad segura. Ir pisando el freno aumenta la temperatura en los discos y rotores de los frenos desgastándolos y aumentando la posibilidad de desvanecimiento o recalentamiento de los mismos, desencadenando en perdida de la acción de frenado.

Ignorar señales de alerta

La distracción, o el desinterés frente a los indicadores de tablero, a los rechinidos, tronidos, vibraciones, golpes ocasionales, o cualquier otro síntoma inusual que a veces su auto demuestra. Pueden pasarle la factura, no espere a que se presente un daño para atender esas señale. Como propietarios y/o conductores habituales del carro conocemos los ruidos que este emite. Cualquier sonido raro o síntoma extraño debe de ser inspeccionado de manera inmediata por su seguridad.

Abusar del embrague

Este es un hábito bastante difícil de controlar, es muy común y le estamos haciendo un mal al auto sin saberlo. Un error fatal entre los conductores de autos manuales es el dejar presionado el embrague en altos y el tráfico ya sea para avanzar poco o estar listo cuando se ponga la luz verde. Esto causa que las superficies del embrague se raspen entre ellas y puede ocasionar daños en el soporte de lanzamiento, el brazo de lanzamiento, y la placa de presión. Simplemente ponga el auto en neutral, suelte el embrague y cuando esté listo para avanzar vuelva a utilizarlo.

Apoyar el pie sobre el pedal del embrague

Cuando no se utilice, el pie izquierdo debe descansar en el piso o en una zona habilitada a la izquierda del pedal del embrague.
Los conductores novatos e inexpertos, no obstante, creen que alejándose del pedal, no serán capaces de volver a encontrarlo cuando les haga falta utilizarlo de nuevo. Por eso, para estar preparados, prefieren apoyarse todo el rato en el embrague.

No pisar el pedal de embrague a fondo

Como si fuesen las dos caras de una misma moneda, tan malo es no pisar a fondo el embrague cuando se engrana una marcha como no soltarlo completamente tras haber realizado esa acción. El pedal hay que presionarlo hasta el final del recorrido para que la palanca de cambios se mueva con suavidad y la marcha entre fácilmente. Una vez que hayamos cambiado la velocidad, se deberá soltar por completo para que el embrague no sufra más de lo debido.
De hecho, lo recomendable, es pisar el embrague hasta lo que comúnmente se conoce como "punto de salida" o "punto de embrague", es decir, un nivel en el que cambia la dureza del recorrido del pedal.

¿Arrancar con el embrague pisado o no?

La eterna pregunta. La respuesta es sí, es bueno arrancar el coche con el embrague pisado por diferentes motivos. En primer lugar, se reducen las vibraciones en el motor.
Puede parecer una tontería porque el proceso apenas dura algún segundo que otro pero si se repite la misma acción miles de veces durante la vida útil de un automóvil, lo cierto es que es mucho más tiempo del que nos podríamos pensar.
Otro de los motivos que sirven para defender esta práctica radica en un menor desgaste del motor de arranque o la batería. Son 2 componentes cuyas averías pueden suponer un importante desembolso para el propietario por lo que si se pueden reducir las probabilidades de pasar por el mecánico acostumbrándose a realizar esta sencilla maniobra, mejor que mejor.

Cargar peso excesivo

Más peso significa más estrés en el tren motriz, suspensión, frenos, y más consumo de combustible. Aunque existirán ocasiones donde necesite cargar su auto ya sea de personas o de cosas, siempre trate de cargar lo esencial y aunque la diferencia de poco peso puede significar solamente un kilometro más de combustible, a la larga puede ser un gran factor en su beneficio.

No usar el freno de mano

No usar el freno de mano cuando se estaciona pone todo el peso de su auto en un componente del tamaño de su dedo llamado trinquete de estacionamiento. El freno de mano lo debe usar así se estacione en una superficie nivelada ya que distribuye el peso ayudando a que este tipo de componentes tengan mayor vida.

Descansar la mano en la palanca

Recargar la mano en la palanca de cambios por más inofensivo que parezca puede tener grandes repercusiones. Esto se debe a que al hacerlo está poniendo estrés adicional en los bujes y sincronizadores de la caja, causando desgaste prematuro. Posiblemente lo haga de manera inconsciente pero es momento de evitar hacerlo.



Tal y como has podido comprobar, es muy importante olvidarse de estas malas costumbres y manías que aprendimos en el día a día. Más de una visita por el taller nos ahorraremos y, de paso, disfrutaremos más de la conducción sabiendo que estamos haciendo las cosas de forma correcta, ¿no crees?

Fuentes:
https://www.pruebaderuta.com/malos-habitos-que-acaban-con-su-vehiculo.php
https://urbantecno.com/motor/cosas-nunca-hacer-embrague